¿Cómo llevas acabar antes de empezar?
Los ecos del derby entre Barça y Espanyol se ahogan con la última jornada de la fase de grupos de Champions. Atrás ha quedado el enésimo hat-trick de Messi y ese intento desesperado de arrebatarle el Balón de Oro a Cristiano. Olvidada está la horrorosa primera parte del Barça y los problemas que le generó el Espanyol en su retaguardia, con unos espacios que parecían auténticos agujeros negros. Será una mera anécdota cómo se deshizo el Espanyol en la segunda parte, como un azucarillo en el café hirviendo. Y un triste dato para la estadística será cómo llegó el primer gol de córner de los locales tras enemil intentos.
Pero antes del derby hubo un miniderby entre el Juvenil B del Barcelona y Espanyol, en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí. Vi el tramo final por Barça TV. Los locales ganaban 1-0, aunque el segundo tiempo acabo siendo de los pericos -que acabaron empatando 1-1 y pudieron incluso llevarse la victoria en un tiro a bocajarro que se estampó en el portero azulgrana.
Cuando llegó el minuto 90, se levantó la pizarra con el añadido. 3 minutos más. Y cuando quedaban solo diez segundos para acabar la contienda, se hizo un cambio por los locales. La palabra testimonial se me antoja eterna para definir ese momento… Los ojos se me pusieron, como platos, delante de la tele. No le dio al pobre chaval tiempo ni a meter la carrerita de rigor, para al menos sudar un pelín y justificar la ducha. Me hubiera gustado estar en la cabeza del jugador para saber qué pensaba mientras se iba al vestuario sin casi ni haber empezado…
¿Vale la pena participar, aunque sea testimonialmente? ¿O eres de los que o se siente importante o mejor nada?
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