¿El secreto mejor guardado?
Siempre que navegas por internet, acabas encontrando la típica pseudonoticia bajo el titular de «El secreto mejor guardado de (y poned detrás el nombre de una celebridad del mundo del espectáculo, deporte o política)». Al final, cuando acabas entrando en ella, te sumerges en un mundo de tonterías y chorradas de un nivel lamentable. Picas en la primera y la última ya que, vista una, vistas todas. Se trata de una suerte de timo digital que esconde una bomba de la consistencia y perdurabilidad del humo.
Hoy vengo dispuesto a mostraros un secreto, de los de verdad, que existe en el mundo del deporte. Muchas veces os preguntaréis cuál es la razón que hay detrás de que vuestros hijos practiquen deporte. Unos lo hacen para estar con los amigos, otros por pura pasión a la actividad física y la competitividad, los de más allá forzados para ser apartados de la obesidad y las maquinitas, unos pocos para socializarse y algunos para emular a sus progenitores.
Muchos de ellos, sin saberlo, se entrenan cada día para mejorar, competir el fin de semana con sus compañeros y disfrutar de un instante de magia colectiva. Y la sola posibilidad, por remota que sea, de poder vivirlo (aunque sea una vez en la vida), les empuja a seguirlo intentando. Y ese momento (os lo digo por experiencia propia, porque yo viví uno) es indescriptible. Y da igual si es en la final de la Superliga europea o contra el rival del barrio; es deporte en estado puro. El secreto es éste: todos luchan por sentir ese momentazo…
Imagen de Tayeb MEZAHDIA en Pixabay
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