• ivanferrer
• A 14/04/2014

Si a un niño le preguntan qué tres cosas le gustan más en este mundo serían jugar, subir una montaña de chuches -pudiendo comer por el camino, claro- y ganar. Ganar, lo que se dice ganar, nos gusta a casi todos: los niños y los no tan niños. Incluso si es a la Oca a o al Parchís. La cuestión es poder levantar los brazos al aire, sumado a un grito de alegría, para demostrar que has sido el vencedor, que eres el número 1. Y entre algunos de los que se abonan a ello, se comenta que engancha, que ofrece unas sensaciones increíbles de las que no quieres deshacerte nunca…

En el Barcelona de balonmano se han abonado a ganar. El pasado fin de semana materializó su cuarto título nacional consecutivo… Y aún quedan 5 jornadas por disputar… La Liga se ha convertido en un trámite para un equipo diseñado para reinar en Europa. Parece como si en la liga el equipo hiciera la puesta a punto para conseguir el cetro continental. El capitán azulgrana, Víctor Tomás, echa de menos aquella liga competitiva en la que debutó hace 12 años, aquella liga en la que si te dormías eras pasto de la derrota.

Tras la desaparición de Ciudad Real y Atlético de Madrid, el balonmano ha quedado huérfano de competitividad. Una desigualdad que atenta como un torpedo, directamente, al espectáculo y le resta atractivo a este eléctrico y apasionante deporte.

¿Te gusta ganar si bajarte del autocar? ¿O prefieres sudar la camiseta? ¿Prefieres la adrenalina de la incertidumbre o la tranquilidad de ganar por goleada?

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