¿Te molesta que potencien lo negativo?
La rueda de prensa es el campo de batalla en el que el balón queda arinconado, en una oscura y solitaria esquina, y sale a la palestra todo lo que le rodea. El ambiente, la afición, los directivos, detalles que decantan la balanza, el estado de ánimo del equipo, la relación entre compañeros, el contrario, los árbitros, el calendario de competición, los horarios (que uno ya necesita una app para saber cuándo juega tu club)… Y en ese momento el entrenador está solo, armado con el micro y su botellín de agua, ante un batallón de periodistas con un único objetivo claro: sacar titulares y estirar con historias paralelas el asunto hasta que empiece el partido. Así, el chicle de noticias balompédicas nunca tiene fin…
Y eso es lo que algunos entrenadores no acaban de entender; no se ponen en la piel del reportero que tiene que crear sí o sí una pieza a partir de lo que allí ocurre, cuando vuelve a la redacción. Y que de una nimiedad tiene que sacar petróleo (solo hace falta centrarse en el incidente de Filipe Luis y Luis Suárez). Si los medios de comunicación no se centraran al 90% en el fútbol, no habría tanta tensión ni necesidad de obtener novedades. Pero el tema está como está y hay que lidiar con ello.
Es por este contexto, que ruedas de prensa como la de Abelardo de protagonista acaban caldeándose. El Sporting, en una cómoda posición en media tabla, recibe al Barça esta tarde. Todo debería ser ambición e ilusión por hacer un buen partido y sacar un resultado positivo ante su afición. Pero se tensó el encuentro al centrarse los medios en las malas actuaciones del equipo, que también se han combinado con otras buenas. No es culpa de nadie, solo del maldito fútbol. No culpemos al mensajero…
¿Sabes controlarte ante los que hurgan en la herida? ¿O entiendes el papel de todo el mundo y te lo tomas con calma?
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