¿Sabes cocer el talento a fuego lento?
El tiempo es algo muy relativo. Mientras disfrutas a lo grande, una tarde puede ser como una estrella fugaz (que casi ni te enteras que ha pasado). Pero cuando te aburres, cada segundo se eleva a la categoría de un soporífero infinito… No es lo mismo estar un minuto en la puerta del lavabo -esperando a que alguien acabe mientras te estás haciendo pis encima- que pasarlo jugando al Candy Crush sentado cómodamente en la taza de váter. Lo mismo me pasa con los niños. Cuando están en etapa adolescente, me parecen más pequeños de lo que son realmente. Ves esos cuerpos desgarbados, a medio hacer, como si el dibujante hubiera tenido que irse precipitadamente antes de acabar su obra. Y esas caras que batallan para hacerse mayores, entre barbas y bigotes hechos a base de pelusilla. Ellos lo intentan con sus gestos, su lenguaje, su forma de vestir… Pero no dejan de ser críos…
Y en el deporte nos empeñamos, en ocasiones, en fijarnos solo en el físico y la habilidad para hacerles saltar al ruedo deportivo. Pero lo más peligroso es que los lanzamos al foso de los leones (contrarios que podrían ser su hermano mayor, en el mejor de los casos, y campañas mediáticas que les descolocan y alejan de lo que debería hacer un niño: aprender, disfrutar y divertirse). Karamoko Dembelé (13 años) debutó hace poco con los Sub-20 del Celtic de Glasgow y ha entrenado algunas veces con el primer equipo. Mustafa Kapi (14) ya ha jugado un amistoso con el Galatasaray.
Casos tan precoces hacen que todos los focos, admiración y presión se dirijan hacia ellos cuando tendrían que disfrutar de la apacible y anónima vida de un adolescente. Todo ello me lleva al revuelo que generó un jovenzuelo que con 14 años debutó en la ACB, Ricky Rubio. Gracias a un entorno saludable, 11 años más tarde, ha ganado dos medallas olímpicas, tres títulos europeos con Joventut y Barça y lleva 6 temporadas en la NBA. Nuestras ansias de encontrar el más difícil todavía nos hace enviar, metidos en un Fórmula 1 a la velocidad de la luz, a niños que con bastante trabajo pueden ir de copilotos junto a su madre… Espero que no se estrellen antes de cumplir la vuelta de calentamiento…
¿Si hay talento da igual la edad para explotarlo? ¿O mejor esperar unos años para sacarle todo el jugo?
photo credit: jlastras Cocemos los Callos en la Salsa 15 minutos via photopin (license)
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