¿Regalas oro o monedas de chocolate pasadas?
Ya ha empezado la operación gimnasio, tras el atracón de fiestas. Es un clásico de las post-navidades… Como clásicos son los Reyes Magos. Al niño Jesús le trajeron abundancia, para mostrarle sus respetos al Mesías… Sin entrar a valorar porqué acabaron siendo tres, magos, reyes y hombres (los más acérrimos de las tradiciones aún no le han perdonado a Carmena su salida de tono, tan alejada de las tradiciones en blanco y negro…); el 6 de enero es la fiesta de los niños y los regalos. En estos días tan especiales, el deporte ha mostrado regalos honestos, hechos con el corazón, y regalos envenenados como la mítica manzana de Blancanieves.
Aunque después del calentón, le quitó importancia al asunto, Laia Sanz se comió entera una manzana podrida durante esta edición del Dakar. Lo que quedó como un malentendido sofocado con agua, empezó con un incendio basado en un engaño. Un piloto portugués, ante las dudas de la piloto de KH-7, la confundió y perdió una hora…
Menos mal que tanto estiércol antideportivo -provocado por la envidia, las ganas de pasar por encima de los rivales a cualquier precio y una competitividad mal entendida-, se combaten con honestidad y respeto. De eso Roger Federer sabe un rato, instando a su rival a pedir un ojo de halcón, durante la Copa Hopman, para un saque que consideraba que había entrado.
Dos formas opuestas de entender el deporte: regalar oro o colarte como metal precioso monedas de chocolate pasadas desde hace tres años…
¿Respetas el deporte? ¿O lo primero de todo es ganar y después que el rival pierda?
photo credit: HazteOir.org Visita de los Reyes Magos a HO via photopin (license)
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