¿Pasta con salsa de deporte?
Últimamente se habla de la ingente brecha que se está abriendo entre los superclubes de fútbol mundial y el resto. La diferencia económica provoca que los títulos sean cuestión de unos selectos privilegiados y en la que hay un mínimo margen para milagros como el que protagonizó el Leicester en 2016. Así que todo parece indicar que hay que tener una estrategia clara, planes sólidos a medio y largo plazo, capacidad táctica para moverse de forma ágil en las ventanas de fichajes… pero todo apoyado en un ingente músculo financiero.
Y cuando se llega a este punto debemos decidir qué modelo queremos: ¿Un sistema que vaya reduciendo esas diferencias y equipare a los equipos? ¿O que cada club se busque la vida para encontrar ingresos, si hace falta, de debajo de las piedras? ¿Deporte o show económico?
En la liga española apuestan decididamente por la pasta, llegando a un acuerdo con Arabia Saudí por el que se ceden nueve futbolistas a equipos españoles de primera y segunda a cambio de dinero. Decididamente desconozco hacia dónde se dirige el fútbol, con una oscuras normas de fair-play financiero (que alguien me las explique, porque no acabo de entenderlas…) y primando acuerdos extraños en el que se prioriza el dinero a la calidad de los deportistas. No he visto a ninguno de los recién llegados, pero algo me dice que de no existir este acuerdo ninguno de ellos hubiera conseguido debutar en un equipo profesional en España…
¿El deporte es sagrado?¿El dinero debe primar sobre el área deportiva?
photo credit: marcoverch Ungekochte italienische Pasta auf einem schwarzen Tisch via photopin (license)
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