¿Eres sincero cuando las cosas te van realmente mal?
No sé si alguna vez te has encontrado en esta embarazosa y surrealista tesitura. Después de una noche salvaje, presidida por los excesos, te levantas envuelto en una enorme nube de rayos y truenos. Te arrepientes de haber vivido la jornada anterior como si hubiera sido la última… Todos y cada uno de tus músculos te recuerdan que te has pasado de la raya… sobradamente. Tu cara, pálida como una pared blanca recién pintada, denota que has estado en ultratumba hace relativamente muy poco…
Y te cruzas con alguien que hacía tiempo que no veías. La escena que ve en ti es tan esperpéntica que solo acierta a decirte: “Estás bien?” Y tú, esbozas una enigmática y macabra sonrisa contestando: “Estoy muy bien”. Jodeeeeeeer, no te lo crees ni tú y tu interlocutor, muy educado, calla mientras se descojona por dentro…
Solo así se entienden las declaraciones del portavoz del Barcelona de baloncesto, Josep Vives: “Se está trabajando bien, con seriedad, rigor y profesionalidad, además de con planificación”. El Barça lleva dos años protagonizando “Colega, ¿dónde está mi coche?”; inmerso en un descontrol sin fin. Si me encontrara a Josep Vives con careto de circunstancias le agradecería que me dijera que no está en su mejor momento… Para decir que está de puta madre siempre le quedará Facebook…
¿Dices que estás siempre divino, aunque sea todo lo contrario? ¿O no te importa ser sincero y decir que estás hecho polvo?
photo credit: Remoto13 camaleonical via photopin (license)
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