¿No te sirve de nada ganar?
La creación de una expansión europea de la NBA es un sueño del que cíclicamente se habla en los medios de comunicación. Pero siempre da vueltas en círculo, a miles de metros de altura, sin acabar de concretarse ni posarse en ningún lado. No es más que un deseo a largo plazo, una ilusión muy lejana. Se ha convertido en sempiterno un “qué bonito sería”…
Y mientras esperamos a que pase ello suceda, la Euroliga sigue poniendo la directa, para parecerse cada vez más a la NBA. La última medida, que implementará dentro de dos temporadas, acaba dando la estocada a los campeonatos domésticos y ampliando el abismo existente entre la máxima competición europea. Acercando el foco, esta medida supone el fin del cordón umbilical entre la ACB y la Euroliga. No importará nada tu clasificación en la liga española; el pasaporte a la mejor competición continental va por invitación o si llegar a la final de la Eurocup.
Es triste, pero es así. A medida que en la balanza del deporte cada vez pesa más el negocio, la competición pura se aleja de su esencia. De la Copa de Europa en la que solo jugaba el campeón de liga de cada país hemos pasado a una mayoría de equipos con licencia Euroliga. El formato es espectacular, emocionante y repleto de calidad… Pero en el baloncesto continental del showtime no hay lugar para modestos…
¿Creas una competición solo con los mejores? ¿O hay que seguir valorando las temporadas y sus resultados año a año?
photo credit: Koldo Fuentes Invitación via photopin (license)
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