Zozulya (inesperada secuela)
Sonada fue la «cesionus interruptus» de Zozulya al Rayo, que enfrentó al club con una parte de la afición vallecana. Se trató de un choque ideológico en toda regla, con el fútbol como telón de fondo. Lo que parecía una simple operación de rodaje del futbolista bético, acabó desembocando en un agrio debate ético sobre si se tiene que tener en cuenta el perfil ideológico a la hora de contratar a un jugador.
El destino quiso unir, de nuevo, al conjunto madrileño y al ucraniano en un terreno de juego. Albacete y Rayo, fuera de la zona noble que mira a primera, se enfrentaron en lo que se convirtió en algo más que tres puntos. Hasta tal punto que, por primera vez, se suspendió un partido por insultos. Si espectacular fue la primera parte del caso Zozulya en 2017, el nivel de la reciente secuela ha ido in crescendo, dejando su final incierto y abriendo un melón de incalculables consecuencias…
La medida me parece bien, aunque siempre acaba denotando que en este triste país la contundencia con el débil y la sobreprotección al grande acaban imperando. Hace tan solo dos semanas, en el Wanda Metropolitano se escuchó hasta en 4 ocasiones «Griezmann muérete». No tengo suficientes elementos para saber al 100% por qué con el Rayo se ha contestado de forma contundente y no se actuó de igual manera con el Atlético de Madrid. Supongo que será la misma lógica que hace que Hacienda vaya a por los particulares en vez de a por las grandes fortunas, con potentes equipos legales que pueden eternizar el proceso hasta el infinito…
¿Te atreves solo con los débiles? ¿O actúas de igual manera con todos?
photo credit: kami68k [Graz] Graffiti in Köln/Cologne 2018 via photopin (license)
Publicar un comentario