¿No sabes echar el freno? Dos
La fórmula se ve de forma extremadamente clara en el deporte de motor. Cuando vas equipado con slicks y aparece como inesperado artista invitado una tormenta, el pilotaje se torna muy complejo y peligroso. Debes extremar la precaución, bajar el ritmo de carrera y llegar a boxes para cambiar a neumáticos de lluvia y mejorar tu velocidad y prestaciones. Tácticamente, en el momento, pierdes tiempo; pero con la estrategia del cambio lo recuperas (para adaptarse e ir más rápido, mejorar y llegar más lejos). Otra opción, que también es bastante segura (pero no apta para mentes ultracompetitivas), es la de circular a 40 o 50 km/h, aunque te aseguras de esta manera que el resto te va a dejar atrás fácilmente.
El FC Barcelona, con una nefasta imagen pública gracias, entre otras lindezas, a la mala praxis en redes sociales, hace tiempo que va con neumáticos lisos en plena lluvia, con el único argumento que tiene al mejor jugador de la historia del fútbol (hecho totalmente cierto). La reciente conjura entre Messi i Setién, escenificada en los medios de comunicación, suena a broma. Hace años que el club debería haber hecho un profundo proceso de reflexión deportiva acerca del equipo de fútbol masculino y su cantera. Todo cambio cuesta, es traumático y encuentra frenos. Pero siempre es mejor que circular como un dominguero, viendo la vida pasar a toda velocidad…
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