¿Te importan las etiquetas?
Yo cuando miro a un deportista, particularmente valoro sus cualidades físicas. Me encanta la fortaleza de Nadal, ese aguante infinito que lo iguala al conejito que siempre gana de Duracell. También su técnica. De Iniesta me alucina ese dominio del balón, que parece que jugar al fútbol sea muy sencillo (aunque cuando yo intento lo mismo el tema cambia radicalmente). Del maratoniano Gebrselassie admiro su actitud: serena, humilde y sonriente. Es un portento capaz de correr una maratón por debajo de los 3 minutos/kilómetro. De Magic Johnson me maravillan sus trucos, su capacidad de crear la asistencia imposible. También valoro en los atletas su honestidad y sinceridad… y que sean un buen ejemplo para los niños.
Pero poco me importa si son católicos, ateos, musulmanes, mormones, republicanos, monárquicos, de izquierdas o derechas, universitarios, con estudios básicos, blancos, negros, asiáticos, monógamos, polígamos, solteros, casados, heterosexuales, gays, lesbianas o transexuales.
La cuestión es si son competitivos, si se esfuerzan en cada entrenamiento, si lo dan todo por su equipo en cada competición, si asumen con naturalidad el liderazgo en los momentos clave, si saben rehacerse rápido de las derrotas. ¿Si Iniesta fuera negro perdería su esencia como jugón? ¿Si Gebrselassie declarara que es de derechas valdrían menos sus récords?
En un mundo repleto de etiquetas chorras -muchas de ellas- debería dejar de ser noticia que Michael Sam sea el primer homosexual declarado en competir en la Liga Profesional de Fútbol Americano.
¿Qué no le perdonarías a tus ídolos deportivos?
photo credit: Baptiste Pons via photopin cc
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