¿Te cuesta despedirte?
El hombre propone y la vida dispone… Valdés imaginó una y mil veces un final como el del próximo sábado. El Camp Nou a reventar, a 90 minutos de la despedida en su casa y a tan solo un partido de la gloria final. Y como rival el aspirante al título y líder de la competición. Paradas imposibles de tiros a bocajarro de Villa, Koke y Raúl García. Manos a mano de infarto con Diego Costa. Ajustada victoria final y gritos unánimes de «Víctor Valdés, qué bueno essssssss». Típico guión de película pastelosa que empieza mal, se desarrolla peor y que acaba con el arcoiris de los Osos Amorosos.
Pero por en medio se metió Wes Craven para joder el invento. Lesión de larga duración y adiós doloroso. Su sueño se rompió y ha decidido aislarse de este epílogo lleno de sonrisas y lágrimas, de sentimientos extrañamente contradictorios, al más puro estilo La Casa de la Pradera. Se marcha a Alemania a seguir la segunda fase de su recuperación de rodilla. Y no estará en el excitante final de temporada, en su último partido como integrante de la plantilla del FC Barcelona.
Se despidió en la intimidad, de sus compañeros y técnicos. Pero se irá a la francesa. No se despedirá de esos niños que se han comprado su camiseta con el 1 a la espalda y han sido Valdés en el patio del colegio. No se despedirá de esa afición que tanto ha coreado su nombre y aplaudido sus paradas. No se despedirá de esos culés que han sufrido con él por la tele o que han hecho miles de kilómetros para verle jugar partidos de Champions. Tal vez no le importe y venga dentro de dos Gampers a saludar. Pero las despedidas, como algunas oportunidades, solo pasan una vez…
¿Que gusta hacerte notar en tus despedidas? ¿O prefieres que nadie se entere?
photo credit: JMJ Rio 2013 via photopin cc
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