¿Todo es euforia o fracaso?
La adolescencia es un tobogán sin fin de emociones extremas. Durante ese periodo, la más rutilante sensación de euforia y el peor fracaso se cogen de la mano. Como por arte de magia, igual que un alquimista medieval, se pasa de un componente a otro. Y siempre envuelto por un halo de misterio…
Como misteriosa es la situación que está viviendo el Real Madrid, que se encuentra en una montaña rusa de difícil explicación. Tocó techo con La Décima y tras seguir la estela victoriosa en la Supercopa de Europa ante el Sevilla, ha vuelto a los infiernos. Dos partidos de liga perdidos han dinamitado un equipo catalogado como el mejor de la historia blanca.
Su ídolo, Casillas, con su particular Camino del Calvario: largo, espinoso y repleto de encendidos debates. Jugadores insultados -incluso pateados sus coches- por no parar a firmar autógrafos. La incógnita de su gran estrella, Cristiano Ronaldo, que no acaba de hacer limpio de sus problemas físicos. El encaje del nuevo galáctico en el campo, James Rodríguez. O incluso las críticas al todopoderoso y omnipresente Florentino.
En solo un mes la balsa de aceite se ha convertido en una deflagración de gas expansiva. Menos mal que apareció el Basilea ayer, en Champions, como bálsamo. Pero es solo un compás de espera para ver qué se inventa el alquimista blanco durante el próximo partido…
¿Vives tus triunfos y fracasos hasta agotarlos? ¿O eres de los que se lo toma con más calma y moderación?
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