¿Cómo lo llevas cuando el fuego camina contigo? (Trilogía del fuego parte 3)
Estados Unidos es un lugar que no tiene demasiado atractivo turístico para mí. Aunque siempre le he dicho a mi mujer que me encantaría ir a Washington, no para ver el Capitolio, sino para perderme en sus bosques y desayunar en Twede’s Café (rematándolo con la mítica tarta de cerezas que el agente Dale Cooper degustaba mientras intentaba descubrir quién había matado a Laura palmer). El suspense de Twin Peaks me atrapó desde el primer capítulo; aunque también reconozco que a partir que se supo quién era el asesino, la cosa desvarió bastante.
Entre sueños de terciopelo rojo, y el enano de «fuego camino conmigo», fue decayendo mi interés. Como decadente es la situación actual del Barça B. Surrealismo en estado puro, máxime cuando el primer equipo vive inmerso en la década más gloriosa de su historia. Explotó la cantera con perlas como Valdés, Xavi, Puyol, Busquets, Iniesta y Messi. La gran obra maestra se materializó en el campo del Levante en 2012, en el que durante 61 minutos el equipo entero había salido de las categorías inferiores del club azulgrana.
El primer equipo sigue como un transatlántico, pero sus hermanos pequeños van en caída libre desde que en 2014 quedaran en una fantástica tercera posición en Segunda División. Ahora luchan en el fango de Segunda B, deambulando -equidistantes tanto del descenso como del ascenso- y con nueve jugadores nuevos (fichados de otros clubes y ajenos a la filosofía de La Masia).
La fórmula de la Coca-Cola blaugrana se está desmoronando por la base de la pirámide, aunque en la cúpula toda va viento en popa a toda vela. Será cuestión de tiempo ver si la ingeniería deportiva consigue reconstruir la base o hacer una cima que se aguante desde el aire…
¿Hay que mantener una filosofía que te lo ha dado todo, aunque ahora no funcione? ¿O nada dura para siempre?
photo credit: The Red Room via photopin (license)
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