¿Sabes cuándo decir "basta"?
Suelen ser carne de últimas imágenes de telediario. Vemos esquiadores saltando desde helicópteros y lanzándose por pendientes inverosímiles. Hombres-pájaro pasando por gargantas rocosas casi imposibles. Skaters jugándosela en interminables barandillas urbanas. O snowboarders haciendo múltiples giros ante gigantes y amenazantes paredes de nieve. Como siempre, solo vemos el momento «wow», en el que los deportistas extremos lo consiguen. Y su cara de exultante de felicidad, al acabar la proeza.
Pero lejos de esos momentazos mediáticos también hay otros, fuera de cámara, sobrecogedores, que te dejan sin articular palabra. Kevin Pierce lo sufrió el 31 de diciembre de 2009 entrenándose, en el Park City de Utah, para los JJOO de Vancouver. Probó un double cork y golpeó con la cara en el suelo, sin poder cubrirse con las manos. Fue un accidente fatal, con consecuencias imprevisibles.
Ese momento saca a la luz el trabajo en equipo de toda una familia para salir de tan crítica situación. Lo salvaje, divertido y loco de unas piruetas que acaban siendo la normalidad para los snowboarders profesionales, que se baten el cobre en el half pipe de 7 metros. La dura vuelta a la realidad tras sufrir una lesión cerebral. Las lagunas en las coberturas médicas de estos deportistas de ultrarriesgo. Y la presión competitiva, mediática y de los espónsors que les empujan constantemente a ir más allá de sus límites.
El documental es un canto a la lucha, a la vida, a la amistad y a la familia.
photo credit: troïka basta via photopin (license)
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