Cerebros que llevan de cráneo a toda una nación
El cerebro, esa fría y privilegiada calculadora que elevó a la categoría de leyendas a quarterbacks como Terry Bradshaw, Joe Montana o Dan Marino, ha llevado de cráneo a uno de los deportes rey en Estados Unidos. En un acuerdo sin precedentes, la NFL ha comunicado la indemnización -con unos 600 millones de euros- a más de 4.500 jugadores retirados que pedían desde 2011 daños y perjuicios por las secuelas y daños cerebrales producidos por la práctica profesional del fútbol americano.
Ya lo decía Metallica en su tema Frantic: «My lifestyle, determines my deathstyle». Un deporte de contactos brutales, en el que puedes ser placado por una mole de 100 kilos que te ataca como un rottweiler que hace una semana que no come, tiene sus riesgos.
Este caso pone sobre el tapete un secreto a voces: la cara oscura de este deporte multimillonario.
¿Os imagináis que el estrés, las depresiones y algún que otro ataque al corazón, causados por un ambiente laboral de alta presión o un despiadado jefe, supusiera la indemnización a los demandantes afectados (incluso los jubilados)? ¿Hasta qué punto es responsable el empleado que participa del juego y que en algunos casos perciben altos sueldos?
photo credit: SordaCadencia via photopin cc
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