• ivanferrer
• A 30/10/2016

Una de las películas que más me ha marcado fue Gattaca. Para quien no la haya visto, básicamente se trata de la lucha de un jóven por cumplir su sueño: convertirse en astronauta y poder así viajar a estrellas lejanas. Con un compromiso sin límites, Vincent (interpretado por Ethan Hawke), estruja su cerebro para, a base de creatividad, conseguir su propósito. Da igual con qué adversidades se va a encontrar. Tampoco le importa el tamaño de las mismas; el solo quiere enrolarse en la próxima misión, destino a Titán.

Igual que en esta ficción de 1997, casi 20 años más tarde, su protagonista ha luchado contra toda lógica. Dídac Costa ha hipotecado su casa, invertido todos sus ahorros y cuenta con un modesto presupuesto (comparado con el de sus competidores, algunos de los cuales tienen hasta diez veces más recursos), conseguido a base de pequeñas aportaciones. No hay ningún gran espónsor detrás. Pero sí mucha ilusión y dedicación. No le alcanza para ser navegante profesional, así que ha pedido una excedencia, en su trabajo como bombero, para poder competir en La Vendée Globe, una regata de más de 46.000 Km. El mayor desafío de la navegación oceánica en solitario.

Solo llegar hasta la línea de salido está siendo toda una odisea. No sé si comparable a lo que se va a encontrar en medio del mar. Pero lo que está claro es que seguro que le servirá para enfrentarse a las adversidades con las que se encontrará a lo largo de esta extenuante y genuina regata… Porqué ya lo decía Depeche Mode en uno de sus grandes temas: «It’s a competitive world. Everything counts in large amounts…»

¿Lo das absolutamente todo para conseguir tus sueños?

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