¿Aguantas la tensión?
Hoy he podido comprobar in situ que el baloncesto, por encima del aspecto deportivo, es un estado de ánimo. Un deporte tan rápido como éste, hace que si no estás metido en el partido te saquen rápidamente fuera.
Desde el instante en el que se ha realizado el salto inicial, las niñas estaban en un lugar indeterminado entre Júpiter y Saturno. Es muy difícil transmitir elementos del juego, como la tensión competitiva, a edades en las que las niñas se conectan y desconectan de lo que están haciendo con suma facilidad. Hoy, esa falta de tensión les ha llevado a disputar el partido en clara desventaja.
La número 24 del SESE ha conducido magistralmente a su equipo a la victoria, fraguada en un tercer tiempo que ha acabado con un nefasto 4-18 para el Sant Joan Despi. Como diría Chiquito de La Calzada; «una mala tarde la tiene cualquiera». Pero todo sucede por algo y poco margen hay para la casualidad. Cuando fallas 7 u 8 entradas sencillas a tablero, no consigues parar defensivamente a tu adversario y estás lento en los saques, todo se complica mucho. Más que mucho, demasiado…
Menos mal que no tienen memoria las jugadoras y harán un reset total para jugar el próximo partido como si fuera el primero de sus vidas. El baloncesto me ha demostrado hoy que con la conexión adecuada, un equipo puede hacer magia encima de un parquet. El mismo conjunto que, desconectado, se convierte en un grupo de amigas que han quedado para hacer una pachanga en el parque.
Menos mal que nos llevamos una alegría con la primera canasta de Mar. En ese momento la grada local ha estallado y rugido…
¿Siempre sales a tope cuando te propones hacer algo? ¿O a veces sales a verlas venir?
photo credit: Matt Shiffler Photography Heated RNC via photopin (license)
Publicar un comentario