¿Puedes con un sándwich de cuatro pisos?
Un mismo deporte puede mostrarte, en pocos días, infinidad de aristas a las que les salen puntas de un variado arcoiris (y según cómo se miren pueden cambiar de color):
Pasar de la tristeza de lo que no pudo ser por el maldito destino (Calderón, si no se hubiera lesionado Kevin Durant sería hoy campeón de la NBA con los Golden State Warriors) a la ambición por buscar el último tren a la gloria.
Pasar del acongoje por ver el vacío a tus pies a ilusión por conseguir lo más grande en la historia de tu club. Ahí tendrá un papel clave Pedro Martínez, un sabio de los banquillos, para centrar al equipo para dar el último arreón hacia lo desconocido.
Pasar de ser una estrella consagrada a poner el marcador a cero para luchar con las ganas y la humildad del principiante. Ejemplos como Laia Palau y Anna Cruz nos deberían servir de ejemplo. Tenemos una cartera brutal de deportistas de élite que ocultamos tras el muro del deporte masculino… una pena.
Pasar de penar por la competición doméstica (undécimo esta temporada, fuera de los play-offs) a la emoción y el brillo de jugar por Europa. Aunque he dejado de entender según qué criterios de clasificación, supongo que le hará mucha ilusión a la afición del Estudiantes…
Todo con la misma facilidad que puede cambiar un sándwich de cuatro pisos en tu estómago: de sabrosa cena a pesadilla nocturna…
¿Sabes voltear una situación con facilidad? ¿O te quedas atrapado en lo que te pasa sin ver más allá ?
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