¿Las cifras te definen?
Desde pequeño, antes de que la locura de los números inundara el fútbol, todo estaba extremadamente tabulado y ordenado. El portero titular llevaba el 1, el lateral izquierdo el 4, el mediocentro el 6, el extremo derecha el 7, el punta el 9… Llevar en la espalda incrustado un número más allá del 11 significaba una entrada reservada para el banquillo. Menos los titulares indiscutibles (en el equipo y en su puesto) los demás íbamos variando de número. Siempre me tiraban los dorsales altos que se usaban excepcionalmente en los mundiales y eurocopas: el 19, el 21, el 17, el 20… esos dorsales que nunca podías usar como titular, solo en torneos largos de semana santa en los que te asignaban un número para todos los partidos.
Y por fin llegó el momento de la liberalización, también en categoría regional, en el que podías llevar toda la temporada el mismo guarismo. Yo nunca tuve problemas, ya que me agencié el 18 (atractivo para mí y bastante anodino para el resto). Pero hubo una disputa memorable, un inicio de temporada entre Paco y Carlitos. Paco, como veterano, hacía temporadas que llevaba su 7; pero la nueva incorporación no quiso ser menos… Y en un alarde democrático se decidió a “piedra papel o tijera”. Nada de al mejor de 3 intentos; muerte súbita directa… Carlos sacó una piedra y Paco una tijera… Y en un desesperado intento por no perder su querido número transformó, sobre la marcha, la tijera en un papel, ante el descojone de todo el vestuario… Paco estuvo varios días con un cabreo monumental. Y aunque perdió su número favorito, menos mal que su rosca diabólica para los centros quedó intacta…
Todo esto me hace reír ante el absurdo debate sobre el número de James Rodríguez en el Bayern… Poca faena tenemos entre todos…
¿Te sientes totalmente identificado con un número? ¿O crees que es una chorrada?
PD: Os puedo asegurar que si le llega a pasar esto a Javi, hubiera acabado la disputa con un simple “chavalote, busca otro número que éste es mío”.
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