• ivanferrer
• A 07/11/2017

Veo la noticia que habla de Samantha Vallejo-Nájera y estoy desconcertado. Finisher de la Maratón de Nueva York en más de ocho horas (a 11’26” el kilómetro; caminando a lo Walking Dead). Si Filípides levantara la cabeza la palmaba seguro de un infarto fulminante… Me parece muy encomiable que acompañe a su marido para celebrar su 60 cumpleaños, pero sinceramente me parece un insulto a la esencia de esta prueba.

Hemos vendido el esfuerzo y la constancia del entrenamiento para prueba durísima como es la maratón para entregarnos al postureo del “mirad todos, qué guay soy”. Hemos exportado la perrería a la que nos empuja la sociedad de consumo, también al mundo del deporte: rápido, fácil, sin esfuerzo y ¡ya! Además, participando ella y su marido, les han quitado la posibilidad a otras dos personas de participar en esta mítica prueba.

Quien quiera disfrutar de un fotomomentazo, yo tengo dos medallas de maratón y una del medio Ironman, 4 trofeos de la Matagalls-Montserrat y una copa de 100 km en ruta. Si alguien está muy apurado, que contacte conmigo; lo invito a un café y en el parque que hay delante de mi casa podemos hacer una sesión chula de fotos, con sonrisa Profidén y pulgares arriba. Así tendrá su documento gráfico y lo mejor, sin haber derramado una sola gota de sudor. Creo que hemos perdido el norte y que vivimos solo para tener la puta foto con la medalla de finisher. Y eso no es deporte, es otra cosa… ¿Postureo atlético?

¿Vives por y para la foto de finisher? ¿O prefieres los momentos de soledad y compartidos íntimamente con otros?

photo credit: tgrauros With different eyes via photopin (license)