• ivanferrer
• A 30/03/2018

Parece que Argentina quiere ir totalmente alineada y en paralelo al calendario. Semana de muerte, aunque no queda muy claro si acabará sucediendo con alivio la resurrección. Y en este periodo de dolor, flagelo, penitencia, perplejidad y falta de esperanza, todas las miradas se han volcado en un único punto de luz, al final de un inmenso, extenso y envolvente embudo de oscuridad. Se ha desatado la caza del culpable, entre un entrenador y una plantilla que parecen no dar con la tecla para tener garantías reales de hacer un buen papel en el próximo compromiso internacional de la albiceleste.

Solo su gurú, y guía, dios en la tierra, puede resucitar al zombie en que se ha convertido la selección Argentina desde el repaso que sufrieron ante España, en el contundente y doloroso 6-1. Parece que solo Lionel Messi puede obrar el milagro. Su única gesta pendiente, la Copa del Mundo, la que levantó hace 32 años su padre espiritual Maradona, se ha convertido más que nunca en eso; un místico, mágico e irreal milagro.

Si poco peso y presión se puso encima de su propia cruz Messi (al considerar que es su última oportunidad de ganar la Copa del Mundo; ese trofeo que acabaría con el 0,1% de duda acerca de su derecho a ocupar el quinto trono, al lado de Pelé, Cruyff, Di Stéfano y Maradona), la incapacidad del equipo de medirse a un equipo top sin él han puesto sobre sus espaldas un yunque de varias toneladas de peso extra…

Para pasar mejor semejante trance -que durará hasta el 15 de julio, en el mejor de los casos, si Argentina llega a la final-, convendría recordar a su hinchada que han ganado solo dos mundiales, que llevan más de 30 años sin comerse un rosco y que no hace falta vivirlo todo como una épica tragedia griega… Porqué cuando se está obligado a ganar por decreto, la realidad acaba siendo un auténtico calvario… Como esta semana…

¿Si no eres el número uno mereces la hoguera? ¿O perder no es tan malo?

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