¿El rencor te puede?
Nadie, ni el más recalcitrante de los azulgranas, puede discutir la hegemonía del Madrid de baloncesto en los últimos años. El punto de inflexión se produjo con la llegada de Pablo Laso al banquillo blanco. A partir del momento en el que engrasó la máquina merengue, no ha dejado de competir al máximo nivel y ganar muchos títulos, a la vez que la sección azulgrana se deshacía como un azucarillo, hasta desaparecer de la élite. Solo a golpe de talonario, los culés han decidido asaltar el robusto y majestuoso castillo madridista (aunque, de momento, no han empezado con buen pie). Parece que la temporada como acabó la anterior, con el Madrid ganando.
Parece que la paz y tranquilidad que reina en el feudo madridista, parece amenazado por un posible futuro fichaje, Luis Scola. El argentino, que hizo un mundial soberbio con 39 años, está en la órbita blanca, que trabaja de forma incesante para mejorar su plantilla, temporada a temporada. Si se acaba materializando, 13 años después se encontraría con Felipe Reyes en el mismo club. 13 años más tarde de un lance que lesionó al capitán madridista y le restó muchos minutos de participación en el mundial de 2006.
Entiendo que en un equipo de alto rendimiento los rencores y las rencillas no tienes cabida, ya que erosionan el ambiente del grupo (y sus derivadas nunca son positivas). Tras 15 años en el Real Madrid, dudo que Reyes lo haga saltar todo por los aires por un incidente sucedido hace más de una década. Pero, por otro lado, el mundo de los sentimientos es imprevisible. Veremos…
¿Vetarías a un compañero por un incidente pasado? ¿O lo pasado, pasado está?
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