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Segunda semana sin deporte (2/3)
La reflexión saca a relucir rápidamente la nostalgia por tiempos pasados que fueron mejores, por momentos míticos que recuerdas con cariño y te elevaron al cielo. Pero si haces un ejercicio de escarbar más, pico y pala en mano -y taladradora neumática si fuera necesario- alcanzarás aquellos instantes que te llevaron al lado oscuro del deporte, los momentos más duros, pero del que siempre se puede sacar algo:
- La desazón y el vacío que me quedó tras perder una promoción de ascenso que habíamos levantado en el partido de vuelta. Empezamos a perder con una absurda autoexpulsión por doble amarilla (al levantarse un compañero la camiseta al celebrar el gol que igualaba la eliminatoria). Acabamos de morir cuando el entrenador, con inferioridad numérica y media parte por delante, no sacó inmediatamente a nuestro mejor medio defensivo.
- Deshidratado desde el principio de la carrera, hice los últimos 12 kilómetros de la maratón de Barcelona en 2015 a lo Walking Dead, con una fuerte rampa en una pierna (estilo pinocho). Acabé gracias a Jordi Cortinas, que fue tirando de mí a cada paso. Una auténtica tortura que no paré porque simplemente no lo contemplé como opción en ningún momento (visto en perspectiva, seguramente un error).
- Los meses de inactividad generados por la lesión en el ligamento del pie derecho (con afectación al astrágalo) que me hice pisando un escalón mientras corría y cambiaba la emisora de la radio. No lo hagáis en casa, es una actividad de alto riesgo.
- Con siete años, estuve sentado en el banquillo los 90 minutos de la final del trofeo de peñas barcelonistas que ganó la Penya Barcelonista Les Corts 1-0 (no recuerdo el rival). No sentí mía la victoria y fue una lástima solo poder pisar el césped del ya demolido Mini Estadi para hacer unos tristes chutes y pases en el intermedio.
- El lapso de tiempo entre que me rompí el tallo verde del brazo izquierdo jugando a fútbol sala en el colegio (un sábado al mediodía) y acabé en el hospital con mi padre (el martes siguiente por la tarde). Lo más dramático del tema es que tuve clase de natación el martes por la mañana…
¿Recuerdas tus mayores decepciones? ¿O mejor olvidar todo lo malo?
photo credit: PeachySick11 DO I MAKE U SCARED via photopin (license)
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