• ivanferrer
• A 28/06/2020

Veo el penalty a Llorente en el Atlético – Alavés y me muero de la risa. He decidido dejar de entender cuáles son los mecanismos que rigen el VAR. Simplemente cojo un cubo de palomitas XXL -de color, mis preferidas- y disfruto del festival del humor. Jugadores que caen solos, fruto de la inercia o a causa de lipotimias voluntarias para engañar al árbitro. En cambio, en el calcio storico no hace falta esta absurda tecnología que, en vez de optimizar la labor de los árbitros, ha complicado y llenado de absurdidad el fútbol en España.

Deporte difícil de catalogar, es una disciplina se debate entre el fútbol, rugby, lucha libre, boxeo y artes marciales mixtas. También se trata de un sentido tributo al espíritu de la ciudad de Florencia, con más de cuatro siglos de existencia. Y lo más impresionante es que todo se resumen en el reconocimiento y honor de 4 colores florentinos antiguos (rojo, azul, verde y blanco) que, anualmente, se disputan esta singular corona. Entrega máxima sin ningún tipo de compensación económica, solo la satisfacción de llevarse el triunfo al barrio.

Más allá de entrar en valoraciones sobre la brutalidad de este deporte, para mí tiene un gran atractivo el hecho que se trate de una actividad tradicional, que une a una comunidad entera alrededor de un singular evento (único en el mundo), sin el motor del dinero, que acaba pudriendo la esencia de todo. Y si no que alguien me cuente qué aportan las casas de apuestas al deporte…

photo credit: Nove foto da Firenze _COR8557 via photopin (license)