¿Demasiado serio o demasiado tonto?
Como he dicho muchas veces, más allá de las victorias y derrotas (muchas más de las segundas, sin lugar a dudas), recuerdo los anécdotas, los interminables post-entrenos (le daba tanto al pico que salía siempre el último) y momentos épicos de descojone. Jugaba, sobre todo, para pasármelo bien. Una de las situaciones estrella era la diversión y los piques, sobre todo, entre madridistas y barcelonistas, cuando jugaba en regional en la UE Celtic. Me enfundaba mi camiseta azul y grana en muchas ocasiones, que destacaba y se oponía frontalmente al inmaculado y brillante blanco de la zamarra del Real Madrid.
Si jugábamos culés y merengues en el mismo equipo tenía su gracia. En cambio, si nos enfrentábamos había un aliciente extra para derrotar al máximo rival. En casi tres décadas que hice deporte de equipo nadie me dijo que podía o no llevar una camiseta determinada. Por ello me produce una mezcla de estupor, pena y sensación de surrealismo cuando he visto que en el código de conducta del equipo de mi hija -que milita en un equipo que juega moderadamente bien al baloncesto- una de las restricciones. Son niñas y juegan para divertirse, no lo hacen por unos colores ni para defender la imagen de un club.
Me parece una soberana tontería que no puedan llevar equipajes a los entrenamientos del Basket Almeda, CB Hospitalet o CEJ Hospitalet. ¿Acaso mi hija es profesional? ¿No sería mejor que pidieran expresamente, en vez de ello, que no llevaran atuendos a los entrenamientos con mensajes xenófobos, racistas o denigrantes hacia ningún colectivo en concreto? Demasiado serio y absurdo para ser verdad…
¿Replicas el mundo serio de los adultos en los niños, de forma absurda?
photo credit: Julián Iglesias Parpadeo via photopin (license)
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