¿Un gesto te delata?
Por mucho que le quieran dotar de glamour e importancia, la Supercopa de España es un buñuelo de muy padre señor mío, ahora en formato dos tazas (al menos antes de un trago te la podías sacar de encima). Vaya por delante que no he visto ni seguido por la radio ninguno de los tres partidos, hecho que me inhabilita totalmente para discernir el estado en el que se encuentra el juego de Barça.
Más allá de la doble remontada de los vizcaínos, el foco se dirige, automáticamente a la expulsión de Messi, la primera vestido de azulgrana. Supone la manifestación del desquiciamiento de alguien que se ha abonado, juntamente con su equipo, a la mediocridad, viendo las copas y las celebraciones desde la distancia. Lo malo es que le queda media liga por penar -sin contar con alguna sorpresa estilo pesadilla en la Champions, aunque después del 2-8 ya no sé qué desastre más queda por vivir en la máxima competición europea-; lo bueno es que ya debe estar imaginando su nuevo destino (que pondría las dos manos en el fuego que tiene decidido).
Por tratarse de un torneo de feria -una suerte de solteros contra casados organizado muy decentemente y con camisetas oficiales-, me sorprende que Messi haya acabado manchando su intachable hoja de servicio en un partido así; aunque reflexionándolo detenidamente ya lleva revolcándose por el barro desde el famoso burofax… Cuestión de gestos.
¿Crees en los gestos? ¿O se trata de meras casualidades?
photo credit: Senado Federal 38ª Sessão Deliberativa – 17ª sessão remota via photopin (license)
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