¿Vives desconectado?
La pandemia ha acrecentado, bajo mi punto de vista, la artificialidad del mundo del deporte de élite, tan ajeno al día a día del común de los mortales. Cada vez me da más la extraña sensación que todo esto se parece más a un campeonato de e-sports. Fútbol de laboratorio, sin la emoción y el calor del directo en el campo. A la burbuja vital de los futbolistas -recluidos habitualmente en sus ciudades deportivas-, se ha juntado la de los estadios con la crisis sanitaria. Los jugadores operan como avatares digitales que trabajan para que sus equipos asomen la cabeza en lo alto de la clasificación.
Un ejemplo más de ese aislamiento extremo fue el desfile de vehículos de alta gama que vi, el sábado por la tarde, mientras mi hijo cazaba Pokemons por la calle con dos amigos del colegio. Supongo que se trataba de jugadores del Barça camino de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. A su paso, un grupo de adolescentes se jugaba el tipo con pequeñas pancartas, en una rotonda, mientras los coches aceleraban para perderlos de vista rápidamente.
Cincuenta metros más adelante, nos cruzamos con Marta Torrejón, andando tranquilamente. Una de las capitanas del Barça femenino, mundialista y finalista de la Champions. Nadie la perseguía ni le pedía autógrafos. Esta escena me reconcilió momentáneamente con el deporte cercano, ese extinto fútbol de los 80 -más humano, asequible y mundano-, que te permitía darte de bruces con Maradona en pleno Corte Inglés…
¿Echas de menos el fútbol de antes? ¿O eres más de espectáculos inalcanzables?
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