¿Te fijas solo en lo que está dentro?
Leo el periódico, mientras cojo energías -bocata y café con leche-, antes de entrar a trabajar. La portada ya es un drama: Trump, el choque de trenes del balón por la gestión de la Superliga Europea de fútbol, batalla diplomática entre el bloque occidental y Rusia (la guerra fría invernal que nunca cesa), la guerra de guerrillas entre Uber y los taxistas en Barcelona… El conflicto es inherente al ser humano; la clave está en cómo lo gestionamos y encontramos el equilibrio entre las partes en disputa. Sin una coexistencia resuelta con la fórmula de «ganas tú, gano yo, ergo ganamos todos» se acaba sembrando el resentimiento, la revancha, la rabia y la violencia.
Siempre nos fijamos en lo que pasa en el cuadrilátero, en el campo, en la pista o en el tartán; pero lo más importante pasa fuera de esos límites. Por ello creo que los partidos son solo una mera consecuencia de lo que pasa en los entrenamientos, en la relación personal entre jugadores y entrenadores y en el ambiente que se crea dentro del equipo.
Por esta razón puedo calificar que esta temporada del equipo de Oriol ha sido todo un éxito (aunque solo han jugado cuatro partidos desde septiembre). Hubo un problema disciplinario la semana pasada con el portero y tuvieron los niños que jugar sin él el fin de semana (una figura extremadamente crítica y singular en el hockey en línea). Se turnaron, sin ningún problema, un jugador en cada una de las tres partes y al acabar el partido decidieron todos (entrenadores y compañeros) que merece una nueva oportunidad su compañero (os recuerdo que estamos hablando de un conjunto en el que sus integrantes tienen menos de 10 años).
Nos demostraron que un equipo es un grupo en el que uno cae y el resto le ayuda a levantarse para seguir, todos juntos, adelante. De patinar y hockey en línea aprenden un montón cada día, pero más importantes son los valores que les transmiten y aprenden de sus entrenadores, Irene y Óscar. Hemos ganado una enorme copa de valores fuera y dentro de la pista. Y aunque sea virtual, yo le doy un peso y un volumen como la mismísima Stanley Cup.
¿Tiene más importancia lo que pasa en el partido? ¿O lo realmente crítico es lo que pasa alrededor?
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