¿En qué consiste el deporte de base?
En las nueve temporadas que llevo siguiendo a mi hija en el mundo de la canasta y en los cinco años que mi pequeño está subido a unos patines, parece que empiezo a comprender cuál es una de las claves de la filosofía que debe existir detrás del deporte de formación. Un equipo de hockey en línea de base:
Aprende y se divierte jugando. No deja de ser una actividad extraescolar reglada y federada. Y ríe, la seriedad es para los profesionales (la verdad que me horroriza y me apena, a la par, el ver tanto rictus serio entre los niños en otros deportes, que más que jugadores parecen pequeños espartanos, miniaturas de equipos de adultos).
Se enfrenta a nuevos escenarios con naturalidad y tranquilidad, como jugar con un portero que no lo es habitualmente. De esta manera, como le comentó Pol (entrenó a Oriol en la sesión específica para porteros), los niños aprenderán a saber lo que se siente cuando se juega de guardameta y comprenderán a su compañero cuando hagan de jugadores de campo. También sabrán cómo se comporta un portero y podrán saber de qué manera superarlo y marcar gol con mayor facilidad.
Espera contar en breve a los compañeros confinados, aunque juega sin echarlos de menos.
No mira la clasificación, cada partido es algo único e independiente del resto.
El entrenador intenta sacar lo mejor de todos y cada uno de los jugadores: desde los mayores a los más pequeños, tanto de los más experimentados como de los más novatos, incluso de los más eléctricos y los más tranquilos. Todos suman individualmente en una ecuación de grupo que multiplica.
En estas cinco ideas se resume, para mí, el deporte de base. Los padres solo sirven para ayudar a vestirse a los pequeños y llevarles la bolsa. Y, como mucho, animar positivamente y aplaudir en las gradas…
¿Qué es para ti el deporte de formación?
Publicar un comentario