¿Mejor el quién que el qué?
Soy un hooligan de la filosofía de vida en la que es tan importante el cómo como el qué. En esta intensa semana en la que el Barça cayó en un partido de esos que crean afición (murió en la orilla, viendo la línea de meta a pocos metros, atacando sin cuartel) y en la que ya tenemos nuevo Papa católico, me gustaría girar mi mirada a otra noticia menos mediática (pero muy trascendental, dependiendo de quién la haya vivido). Los béticos han experimentado uno de los sucesos clave en su vida deportiva, alcanzando su primera final europea. En casi 120 años de historia, la entidad verdiblanca está a un solo partido de firmar una temporada con una pluma de oro y brillantes.
Este siglo y pico ha tenido mucho de pasión para el Betis, que no se ha correspondido con grandes títulos (tan solo una Liga y tres Copas del Rey). A pesar de ello, la entidad ha gozado de figuras como Gordillo, del Sol, Joaquín, Cardeñosa, Jarni o Esnaola; preferidos por su afición y temidos por sus contrarios y las hinchadas rivales.
Toda esa historia de muchos sinsabores y pocas alegrías («manque pierda») la ha condensado a la perfección Juan Muraday (mi compañero de universidad con el que, juntamente con Jordi, nos reunimos alrededor de una mesa, desde hace más de 25 años, para inaugurar las navidades, en el restaurante Tourmalet de Sabadell). Ya estoy deseando que salga adelante el verkami 100 jugadores (que son leyenda) del Betis.
¡Béticos del mundo, apoyad el proyecto para que salga a la luz! En este caso en particular, conociendo a la persona, me importa más el QUIÉN, que inluso el QUÉ. Solo espero que en diciembre me firme un par de ejemplares en persona…
¿Te importa menos el contenido que quién lo hace?
Imagen de Steen Møller Laursen en Pixabay
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