¿Te asusta lanzar a canasta y no tocar ni aro?

Mi hija Anna empezó en octubre a jugar al baloncesto. Cada lunes y miércoles son una fiesta para ella. Llegamos un cuarto de hora antes de empezar el entrenamiento y se enfunda su camiseta, pantalones y zapatillas. Después corre hacia el carro situado en medio de la pista, repleto de balones, y empieza a botar y a tirar a canasta…
Me gusta mucho ver esos pocos minutos, previos a la sesión estructurada con sus entrenadores. Varias cosas me sorprenden:
*De cada 10 tiros, en una secuencia exitosa, mete dos (y unos cuantos ni alcanzan el aro).
*Está contenta, alegre y se ríe.
*Cada lanzamiento lo hace como si fuera el último de su vida.
*Ante cada fallo se limita a coger el balón y a seguir intentándolo.
*No mira a sus compañeros para ver si se han dado cuenta que ha fallado.
*Y cuando entra… FIESTA MAYOR!!! Lo exterioriza: levanta los brazos o grita un «yuju»
Ella tiene su objetivo, y lo intenta con una sonrisa en los labios, lo intenta, lo intenta… y le da igual que los demás la vean fallar, porqué lo seguirá intentando… Y ya ves lo feliz que es con el 20% de aciertos. Y qué tristes son los mayores que muchas veces no sonríen ni con el 80%.
¿Cuándo fue la última vez que dejaste de intentarlo ante el primer fallo? ¿Te arrugaste barajando la posibilidad de hacer el ridículo en el trabajo o ante tu familia o amigos? ¿Creíste de veras que lo que te salía mal nunca lo conseguirías hacer bien?
Publicar un comentario