¿¿¿Empieza el festival o la pesadilla???
En solo 48 horas Brasil se lanzará a tumba abierta para empezar a convencer a su hinchada que no hay lugar para otro Maracanazo. Que son apuesta segura para llevarse su sexto entorchado mundial. Enfrente tendrán a Croacia, selección balcánica de impredecible rendimiento. Capaz de alcanzar un increíble tercer puesto en 1998 o naufragar en primera ronda en sus otras dos participaciones.
El principio del espectáculo futbolístico va a marcar el inicio de la batalla fuera del campo. Una batalla frontal que están librando sectores muy críticos con la organización de tan ingente evento. Críticas dirigidas a un escaparate que ha costado 2.500 millones de Euros (el mundial de Sudáfrica costó «solo» 1.000€). Y el dispendio no ha asegurado llegar a tiempo; encima tarde y mal. Tan desastroso que se ha tenido que reducir el aforo de algunos estadios por no tener listas algunas zonas de asientos. Los empleados del metro de Sao Paolo llevan la delantera, poniendo en jaque el partido inaugural con una huelga. Todos los sectores descontentos quieren aprovechar el foco mediático para hacerse visibles, para protestar…
Hay quienes quieren disfrutar de la función, pero otros prefieren aprovecharlo para otros fines: demostrar que el fútbol es el opio del pueblo, un opio muy caro que costará mucho, mucho, pagar… Brasil se debate entre el festival de su sexta victoria o una pesadilla materializada en mayúscula decepción. Entre el festival del balón o la pesadilla en las calles. Unas calles decepcionadas y descontentas que les importa poco si entra o no el balón. Porqué no alimenta ni paga hospitales…
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