¿Morirías por tu equipo?
Las guerreras del agua se coronaron reinas de Europa, ampliando su cosecha de medallas al oro del pasado Mundial y a la plata en los Juegos de Londres. Entendieron la derrota ante Rusia como un serio toque de atención. Y ese traspié les sirvió como trampolín para levantarse y mostrar una ambición y un sacrificio que, por el momento, no conocen límites…
Ganaron en semifinales a las anfitrionas, las húngaras. Y España se apuntó a su tercera final internacional consecutiva. Y fieles a su garra, a su calidad y a su estilo saltaron al agua dispuestas a seguir jugando (que es lo que más les gusta). Dirigidas, desde fuera de la piscina por Miki Oca, se llevaron por delante a las holandesas, que poco pudieron hacer ante tal avalancha de juego.
Y tras ganar por primera vez el Europeo de Waterpolo, demuestran que son un equipo, lo celebran todas juntas, fundiéndose en una única alma que juega al waterpolo. Y ahí tienen sentido las contundentes palabras de Roser Tarragó que sostiene de forma convencida y contundente que «moriría por este equipo». La máxima goleadora de la selección habló con el corazón y acertó ante las semifinales: «Cambio todos los goles por ganarle a Hungría. Firmo no marcar ni uno más si ganamos el Europeo. Como si no juego un minuto más. Me da igual. Mi alegría es la del equipo. No sería nada si Marta, Ona, Anni o Miki no fueran felices. ¿De qué me sirve un gol más? ¡De nada!».
Son campeonas porque son todas muy buenas. Pero su grandeza radica en que piensan y están comprometidas en algo mucho más potente que cada una de ellas: el grupo.
¿Morirías por tu club, tu empresa o tu equipo de trabajo?
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