¿Te atreves a excluir a un crack?
El tiburón de Baltimore estará en el dique seco seis meses, sin poder competir. La federación estadounidense le ha sancionado por su detención policial, conduciendo bajo los efectos del alcohol. El castigo vence el 6 de abril de 2015. Y aunque Phelps había conseguido plaza para representar a los EEUU en el mundial de Kazán de agosto tampoco podrá participar, excluido por el código de conducta de su federación.
Con esta medida EEUU prescinde de su buque insignia. Dejará en la grada al mejor nadador de todos los tiempos, el máximo medallista de la historia de los JJOO. En esta ocasión prevalecerá el equipo, el código de conducta que, sin excepciones, deben cumplir todos los nadadores. Da igual que sea el mejor, la estrella, que tenga esa fachada invencible, que infunda respeto en el rival. Ha traicionado al grupo y se queda en casa. Fin de la historia.
No me imagino a la federaciones uruguaya y española, o incluso al FC Barcelona, alargando la sanción hasta enero de Luis Suárez (cumple el 25 de octubre su actual situación). Pepe, jugador del Real Madrid, ha sido durante años el icono del carnicero del fútbol, el jugador que pierde los papeles y agrede sin balón, que usa el miedo como arma. Y resulta que cuando el Barça ficha a una suerte de Hannibal Lecter, es que en ese momento necesita jugadores con más mordiente. Es curioso como la mayoría de tertulianos perdonaron a su estrella, cuando sistemáticamente vilipendian a la del eterno rival…
¿Debe prevalecer la armonía del grupo? ¿O sin el mejor no eres nada?
photo credit: juantiagues via photopin cc
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