¿Sin pasta vuelves a cero?
Mi hija esta tarde va al entrenamiento, como cada lunes y miércoles. Se viste con su conjunto rojo y negro y se estira los calcetines hasta casi las rodillas (dice que como los profesionales). Esta semana es especial para su equipo, ya que debutan el sábado con dos partidos amistosos. Cada entrenamiento está ahí Ferran, su entrenador, la persona que los guía, ayuda, enseña y educa para que se diviertan y gocen de buena salud física.
Innovan, se preocupan por los críos. A partir de la semana que viene adoptarán una medida para fomentar una alimentación sana -se tomarán todos juntos una pieza de fruta al acabar el entrenamiento. Y el otro día aluciné, viendo cómo les enseñan: en un ejercicio botaban la pelota con una mano mientras golpeaban con la otra un pequeño globo al aire (intentando que no se cayera al suelo).
Desde muy jóvenes suelen compaginar los entrenadores su pasión por el juego -como jugadores- con tareas de formación. Sin ellos nuestros hijos no harían deporte. Así de crudo, así de sencillo. Y ahora viene la Generalitat de Catalunya con reformas en las titulaciones. Se trata de medidas que les complican mucho la vida. Les invalida sus títulos entre 1999 y 2014 y les obliga a una gincama de convalidaciones, pruebas físicas y… pagar más. Siempre acaba la historia en pagar más…
¿Queremos fomentar el baloncesto base y amateur o preferimos cargárnoslo? ¿Alguien se acuerda que hay jugadores ACB y de Euroliga que empezaron algún día, divirtiéndose, en pavellones de pueblo o de barrio de toda Cataluña? ¿Sin toda esa legión de entrenadores con gratificaciones irrisorias, el baloncesto de formación sería tan grande?
¿Callar y pagar? ¿O gritar y QPR (que pague Rita)?
#Nopaynocoach
photo credit: KrzysztofTe Foto Blog via photopin cc
Publicar un comentario