¿Disfrutas viéndote morir?

Hay quien se empeña en regocijarse en su propia pena. Se deja morir lentamente y coge una infinita escalera mecánica cuyo final es una gigante pocilga en la que no hay salida. Es una lenta y dolorosa autoinmolación en la que en silencio pides a gritos que alguien te remate… Das pena, lo sabes, pero sigues hundiéndote. Has tocado fondo pero sigues cavando… Así es la triste y patética historia de la Copa del Rey en España.
Una competición que hasta semifinales, da bastante risa. Metida con calzador y a saco entre el esperpéntico calendario desorganizado por la FIFA, esta competición de segunda solo vive para embolsarse una buena cantidad de dinero en la final. Punto y final. Eliminatorias a doble partido en las que los equipos de Segunda B o Tercera intentan salvar la temporada a nivel económico y se van de excursión para hacerse fotos en el Bermabéu, el Nou Camp o el Vicente Calderón -porque sus posibilidades reales de pasar son de cero coma…
Eliminatorias aburridísimas -repletas de los suplentes de los suplentes- y emoción nula. Quedan 4 partidos de dieciseisavos de final y lo más probable es que todos los equipos que pasen de ronda sean ya de primera. Sinceramente salivo cada vez que veo competiciones como la Copa Inglesa, a partido único todas las eliminatorias. Solo faltó la niebla de ayer en Córdoba para darle un toque aún más tétrico y lúgubre…
¿Hay que cambiar la Copa de arriba a abajo o dejarla morir lentamente?
photo credit: Andrea.Why via photopin cc
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