¿Sabes usar las piezas correctamente para hacer un cóctel decente?
El gran secreto de un cóctel es cómo se mezclan diferentes elementos que, juntos, abren unas sensaciones en el paladar del que lo consume. Depende de cómo lo hagas puede ser una experiencia placentera o nefasta (hay que tener muy en cuenta las proporciones y si las distintas partes que lo combinan casan bien). Pero el barman es el factor clave. Puede tener materia prima exclusiva que, mal mezclada, sea un desastre para el cliente. O una combinación justita que triunfa gracias al esmero y cariño que le pone al cóctel. Así me sentí el pasado sábado viendo al premini femenino del Sant Joan Despí, en el que juega mi hija Anna.
El año pasado era un equipo en el una cogía el balón y corría hacía canasta como si no hubiera un mañana, al mismo tiempo que el resto de compañeras la seguían hacia canasta. Ese efecto continuado llevaba a un extasiante uno contra todas las contrarias, mientras el resto del equipo corría, como pollo sin cabeza, arriba y abajo, sin oler el balón.
En las dos jugadas iniciales de ataque -del primer partido de liga de esta temporada- vi algo diferente. Tocaron todas el balón antes de tirar a canasta. Son niñas de 8 y 9 años que juegan al baloncesto, pero ahora es otra cosa. Se miran, se buscan; juegan como un equipo. Ven más opciones que tirar o entrar con todo a canasta. Se lo pasaron en grande y nos lo pasamos en grande desde la grada. El resultado fue lo de menos. Me quedé con esa extraña y euforizante sensación de que este año nos vamos a divertir viéndolas jugar. Y si queda toda la temporada por delante, eso es una muy buena señal…
¿Eres un buen barman en tu empresa? ¿Tienes en cuenta las piezas que tienes para hacer un puzzle que encaje lo mejor posible?
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