¿Te gusta ganar con magia?
Un mago trabaja con materias primas como la ilusión y la sorpresa. Su gran activo es que trabaja para transmitir esa ilusión y sorpresa de la forma que menos esperas. Y cuanto más extraño sea… mejor. Cuando está más repetido que el tebeo el conejo que sale de la chistera o la persona partida por la mitad hay que buscar nuevos trucos o innovadoras formas de hacerlo. Pero todo va encaminado, en círculos, al mismo objetivo: ilusionar y sorprender.
Fernando Gaviria se puso un mono interior, lleno de estrellas y confeti -debajo del azul, negro y blanco del Etixx-, dispuesto a dejar estupefactos a sus contrincantes en la París Tours. Supongo que algo tuvo que ver su caída a 500 metros de la meta en la Milán-San Remo. Tal vez decidió que no quería verse metido, de nuevo, en un pelotón circulando a toda mecha, separado de sus rivales por escasos centímetros de distancia y con alto peligro de caída. Mucho mago sacando conejos de la chistera a la vez. Así que decidió dar una vuelta de tuerca y sorprender a todos con un truco que nadie esperaba y, de paso, ilusionar a los espectadores.
Tras la última curva Gaviria lanzó un ataque furibundo inesperado; inició un eterno sprint a unos 700 metros de la llegada, mientras todo el mundo estaba más pendiente de colocar a sus sprinters. Gaviria fundió sus pies con los pedales, sus manos con el manillar y su culo con el sillín. Y besó la gloria de pasar la línea de meta en primer puesto. Disfrutó de la victoria con un sorprendente e ilusionante truco de magia…
¿Sabes ganar siempre de la misma forma? ¿O te estrujas el cerebro para sorprender al personal?
photo credit: Dakiny Young Juggler in Ueno Park : 上野公園のジャグラー via photopin (license)
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