¿Crees en los gatos negros?
Mala suerte, mala suerte… Mala suerte tuve un día de verano en el que iba camino del gimnasio, para ir a nadar. Era verano, así que no podía ir de otra manera que no fuera con camiseta y pantalón corto y chancletas. Me encontraba con la mente dispersa, andando hacia la entrada del pabellón, sin mirar atentamente lo que tenía delante. Un desaprensivo comió un plátano y no acertó con la papelera, así que lo pisé de pleno. Perdí el mundo de vista, empecé a caer de espaldas y, en mi viaje hacia el suelo, se me enganchó el brazo con la papelera… Después del susto y de levantarme, pude nadar y todo quedó como una anécdota simpática para explicar en casa a mi mujer y los niños. Así que esa presunta mala suerte quedó en nada…
Ante la victoria del mundial de enduro 5 veces, el primer puesto en 7 ocasiones en el Dakar, la posesión de 3 medallas de oro en los X-Games y una cosecha de casi 40 títulos de trial se convierte en una broma de mal gusto la frase “la mala suerte se ceba con Laia Sanz en la despedida del enduro”. Lo que le pasó a Laia Sanz demuestra que muchas cosas deben pasar bien para que ganes un campeonato; esta vez solo falló el motor. Y le da, de paso mucho valor a su ramillete infinito de victorias. Ya me gustaría tener su mala suerte encima de una moto…
¿De verdad crees en la mala suerte? ¿O las cosas pasan y ya está?
photo credit: Akane86 Banana ice cream via photopin (license)
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