Triángulo helado de las Bermudas (2)
Cuando te encuentras en un entorno nuevo y extraño, automáticamente te intentas empapar de todos los detalles de lo que te rodea… Elementos que hubieran pasado totalmente desapercibidos adquieren una dimensión diferente. Eres como una esponja seca, sedienta de absorber el máximo para sentirse completa y llena de vida… Y al ser todo nuevo quedas descolocado por detalles que te son totalmente extraños. Toda esa extrañeza se focalizó, tanto en la cancha como fuera.
En el hielo me chocó que se partiera un stick durante el juego, en dos ocasiones. Yo hubiera parado el partido; pero todos los jugadores seguían jugando como si nada, ante la atenta mirada de los árbitros (solo cuando se volvía a parar el juego se retiraban los maltrechos palos).
Y en las gradas me sobresaltó que el público pudiera beber cerveza en lata. Unas latas con el logo de los canadiens impreso. En la fila de delante había un grupo de cuatro jóvenes que se tiraron riendo, animando y bebiendo todo el encuentro ese brebaje alcohólico. Ni se le ocurrió a nadie tirar las latas a los jugadores ni a los árbitros; supongo que los fans son más educados que aquí, o que las autoridades no optan por tratarlos como tontos y borregos…
¿El alcohol tiene que estar desterrado de los terrenos de juego? ¿O hay que confiar en el público?
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