¿Tus sueños te hunden?
Estamos en la final del campeonato del mundo de ajedrez. El escenario, todo un clásico. La espartana y grandilocuente Rusia. La cuna de un deporte que eclosionó en el siglo XX a manos del proletariado y el comunismo en la extinta Unión Soviética. Los actuales aspirantes, un indio y un noruego, están en tablas tras cuatro partidas. Ahora se trata de una dura batalla psicológica entre dos oponentes de altísimo nivel. Mentes privilegiadas trabajando bajo extrema presión. Pero al fin y al cabo, es solo deporte.
Pero la presencia en la grada, como invitado de honor, de Boris Spassky nos teletransporta al pasado. A la oscura Guerra Fría. Nos recuerda que antes de caer el telón de acero, el ajedrez era cuestión de estado. Su legendaria partida con Bobby Fischer, la llamada «partida del siglo», fue un choque de trenes. Comunismo contra capitalismo, Oriente contra Occidente. Ya han pasado más de 40 años de aquella batalla, y Spasski nunca ha podido sacarse el lastre de perder aquel duelo. Quedó marcado como el que no supo machacar con su rodillo rojo al lunático y excéntrico enemigo yanqui.
Aunque fueron acérrimos rivales, su amistad con Fischer duró hasta la muerte del americano en 2008. La conexión y obsesión con su adversario es tal, que incluso habla con él en sueños. Bobby ya no le persigue, le acompaña. Le recuerda que hace cuatro décadas -del 11 de julio al 1 de septiembre de 1972- el ajedrez fue el deporte más importante del planeta…
¿Tus recuerdos te hunden? ¿O en cambio te sirven para seguir adelante? ¿O directamente solo son eso, recuerdos?
photo credit: Juan Diego Mejía – juan13diego@gmail.com via photopin cc
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