¿Eres selectivo con tus objetivos?
Quitando supercopas nacional y europea y el mundialito de clubes -torneos menores comparados con el big three de la temporada- el tomate se dirime, sobre todo, en dos frentes: liga y Champions. Y aunque el torneo que premia la regularidad, el trabajo de 9 meses, tiene sus fans; el glamour de la Champions no tiene precio. El campeón de campeones, el más listo de toda la clase, el que presume de rey de Europa durante todo el verano…
Desde que el Barcelona estrenó su casillero en la Champions el marcador va 6-5 a favor de los merengues (a falta de ver si los blancos consiguen su tercera Copa de Europa seguida, algo inédito en el formato moderno de la orejona). En lo referente a la liga, el histórico se enmarca en un 33 a 24 también favorable a los madridistas, pendiente que el Barça remate su entorchado número 25. En cambio, la Copa tiene tintes azulgranas con un acumulado de 29 (pendiente de la final con el Sevilla) victorias por 19 de los de la capital.
Aunque tenemos la buena costumbre latina de ensalzar nuestras victorias y devaluar las del contrario (como las Copas de Europa en blanco y negro del Real Madrid), los grandes clubes deben empezar a reinventarse. Y, sobre todo, a medida que la evolución en los últimos años está llevando a un empequeñecimiento de las competiciones domésticas en pos del trono continental, cuya corona lo puede llegar a tapar todo…
En otros deportes ya se están poniendo las pilas. El Maccabi de Tel Aviv de baloncesto lo tiene claro: doble plantilla para la temporada que viene, una para liga doméstica y otra para recuperar la Euroliga que no huelen desde 2014…
¿Vas a saco a por todos los títulos posibles? ¿O hay que empezar a ser selectivo?
photo credit: maxguitare1 Les petits ont faim. via photopin (license)
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