¿Prefieres ser pobre económicamente pero infinitamente rico deportivamente?
El mundo del fútbol, ultracompetitivo hoy día, sigue en su imparable camino hacia su autodestrucción, subido a lomos de un caballo desbocado forrado por completo a base de billetes de 500€ (y porque no hay más grandes…).
Hay mierdas que, con una dosis mínima de sentido común, sabes que van a oler a miles de kilómetros. Aparte de nuevos ludópatas -cuya adicción se cimenta en una combinación demoledora que mezcla la pasión por un equipo y la adrenalina que ofrecen los acontecimientos en directo-, el mundo de las apuestas deportivas nos ha traído el amaño de partidos globales y a gran escala, alimentados por mafias económicas y jugadores que constituyen una explosiva mezcla de juez y parte, tentados por el añadido y consiguiente pellizco económico. Y a todo esto el Estado no ha puesto muchas trabas, reglamentando solo el tema para sacar su tajada en forma de papel verde…
Las apuestas, por un golpe de suerte, te pueden hacer rico. Pero también te pueden arruinar de por vida y, de paso, empobrecen el mundo del deporte. Esta práctica, bajo mi punto de vista, ataca a la yugular de valores tan importantes como la constancia, el compromiso o el esfuerzo. Y es que los billetes parece que, cada vez más, están reñidos con la deportividad. Veremos quién acaba ganando…
¿Deberían estar prohibidas las apuestas deportivas? ¿O es un picante más añadido al divertimento del fútbol?
photo credit: JeepersMedia Pace Picante Sauce via photopin (license)
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