¿Usas el deporte para acercarte a tus enemigos?
Esta semana, mi mujer me ha demostrado una vez más que me quiere mucho, tragándose de una tirada dos documentales sobre la realidad de Corea del Norte. Es un régimen que desde el punto de vista sociológico me apasiona, por el hecho de operar como una gran aldea aislada en un mundo totalmente globalizado e interconectado. Una sociedad extraña y atemporal que transita en paralelo a la realidad, sometida siempre a la voluntad de hierro y a las arbitrariedades de la dinastía Kim.
Amainó la lluvia apocalíptica -en forma de dialéctica desbocada de Trump-, y parece que ha bajado dos niveles la pelea de gallos XXL entre Estados Unidos y Corea del Norte. Y una etapa de deshielo se avecina. Para ello, las dos Coreas, enfrentadas desde hace más de 7 décadas, están usando uno de los mejores y más potentes escaparates a nivel planetario: el deporte.
Tras presentar equipos unificados en las últimas competiciones internacionales, se va un paso más allá y empieza a sonar una candidatura conjunta de las dos coreas cara a los JJOO de 2032. Un reto de para la coordinación de un megaevento entre dos países que, ideológicamente, son el sol y la luna. Y una amenaza, aunque sea de forma indirecta, al hermetismo que ha mostrado desde su creación el último bastión del comunismo más extremo.
¿Usas el deporte para hacer política? ¿O es una forma sucia de manchar su neutralidad?
photo credit: U.S. Army Korea (Historical Image Archive) DMZ 비무장지대: South Korea – North Korean Guard Looking South 북한 남한을 보다 via photopin (license)
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