¿Cómo navegas tras la tormenta?
Vivir en Barcelona e ir en moto tiene múltiples ventajas, a nivel de movilidad. Ahorras infinidad de tiempo y dinero (salvándote de las terribles zonas azules y verdes). Pero también goza de aspectos negativos, aunque los acepto con deportividad. Sé que cinco o seis veces al año voy a mojarme de lo lindo, sorprendido por alguna tormenta.
El pasado miércoles fue una de esas ocasiones, en las que esperas una rápida llegada a casa, que se acaba convirtiendo en una empresa épica. El día estaba nublado y parecía que iba a aguantar, pero al cabo de cinco minutos de salir del trabajo vi las nubes de Mordor amenazantes, dispuestas a aguarme la vuelta. El festival acabó literalmente con cubos de agua encima de mí. El cielo se difuminó y todo quedó impregnado de un opaco tono gris que lo tapaba todo… Solo hubo dos daños colaterales: un libro mojado de la biblioteca (lo tengo en la UCI, prensado bajo tres tomos ultrapesados, tras pasar por el secador) y el móvil (que, tras estar en barbecho unos días, he certificado su muerte). Son percances que convierten una plácida tarde en un pequeño caos (nada que no se puede arreglar).
No sé si será un pequeño caos o el primer dramón de la temporada la eliminatoria de dieciseisavos de Champions del Barcelona. Lo que parecía una contienda fácil se complicó con tres fogonazos del BIIK Kazygurt, conjunto kazajo, que se fue con dos goles de ventaja a casa. Ahora toca coger la moto con confianza y esperar que salga el sol. Y cruzar los dedos para que la estadística sea benevolente y el día 26 no caigan chuzos de punta; cosas del otoño…
¿Cómo reaccionas cuando te pillan desprevenido? ¿Te lames las heridas o eres de los que solo mira hacia adelante?
photo credit: manolo guijarro Storm vs Sun via photopin (license)
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