¿Qué es la derrota? Vuelta
No recuerdo haber pasado tanta tensión viendo a alguien realizar una actividad deportiva desde que vi por la tele hace unas semanas el documental de Free Solo, en el que Alex Honnold se enfrentaba a un gigante de Yosemite sin cuerdas de apoyo. Se trató de un partido emocionante pero agotador. Se acabó la etiqueta de invictas. Fueron superiores las jugadoras del Parets, pero demostramos cosas interesantes, que generalmente quedan sepultadas en el electrónico, que registró un 62-53 al final.
Tras dos partes muy igualadas, llegó la hecatombe en la tercera, en la que nos arrasaron con un contundente 14-0. En ese momento, parecía que el equipo estaba noqueado y que el resto del partido se iba a hacer muy cuesta arriba. Incluso se ponía en peligro, antes del ecuador, el average positivo que llevábamos del partido de ida (+20). Pero las jugadoras se rehicieron y devolvieron el parcial para llegar a la media parte con un ajustado 35-31. Estaba ya reventado y aún nos quedaban cuatro partes más…
El resto del encuentro fue como un puñado de arena que se te escapa, poco a poco de las manos, sin que puedas hacer nada, por mucho que aprietes. Tuvimos muchas imprecisiones a nivel colectivo, forzadas por la presión del rival. Pero no por ello dejaron las niñas de intentarlo, luchando todos y cada uno de los balones. Aunque no era el día propicio, el Cornellà supo perder, sin lanzar el partido cuando las condiciones se pusieron muy adversas. Y eso, aunque no lo parezca, es una victoria…
¿Sacas algo positivo de las derrotas? ¿O hay que olvidarlas cuanto antes?
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