¿Desafías a la lógica?
Oksana Chusovitina, según marcan los cánones, debería seguir viviendo hoy día de lo que ha sido siempre su pasión, la gimnasia. Pero ahora desde la barrera, mostrando su infinita experiencia a niñas que podrían pasar perfectamente por sus hijas. Relajada, alejada de los grandes campeonatos, sin focos apuntándole. Esa misma lógica, teñiría de sepia sus recuerdos pasados, materializados en sus medallas y logros. Una pequeña sala de trofeos a los que recurrir para sentir nostalgia…
Pero Chusovitina ha decidido que la lógica no va con ella y que va a seguir en la brecha; longevidad sin fin. Ha conseguido sacar el billete para participar en sus octavos juegos olímpicos. 45 años es una edad estratosférica en un deporte en el que llegar a la treintena ya se antoja una epopeya. Deporte extremadamente exigente en lo físico y lo mental, la gimnasia constituye una trituradora de adolescentes que anhelan una etapa madura más calmada, menos estresante.
La deportista uzbeca sigue compitiendo mientras otras gimnastas hace veinte años que lo dejaron. Más de tres décadas en lo más alto debería ser caso de estudio, tanto a nivel fisiológico, biomecánico, nutricional, como mental. Y es que la fuerza interior que la ha llevado a vivir de forma intensa durante 30 años de su vida, a través de la gimnasia, seguro que tiene cotas excepcionales…
¿Haces cosas impropias de tu edad? ¿O vas alineado con los estándares de edad?
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