¿Te acuerdas más del éxito o de los valores?
En la sociedad de hoy día tenemos una gran facilidad para enaltecer las figuras de grandes deportistas locales. Constituyen una oda a la popularidad y a la fama. El reconocimiento al triunfo y a una trayectoria exitosa. Figuras célebres que han ayudado a dar una dimensión mediática a poblaciones que, sin ellos, no estarían en el mapa o mucho más ocultas. Este hecho, unido a la velocidad de vértigo a la que deben suceder los acontecimientos, hace que incluso se les rinda culto cuando aún están en activo. La estatua de Cristiano Ronaldo en Madeira, el Coliseum Alfonso Pérez o el Pabellón Juan Carlos Navarro son ejemplos muy ilustrativos. Sin tiempo para la reflexión, nos encomendamos al deportista como elemento de eternidad…
Hay mucho de éxito pero poco de valores detrás de esas decisiones de naming. Como decía mi difunta abuela, los tres casos mencionados anteriormente son ejemplos de buena persona: «ni roba, ni mata, ni se droga». Deberíamos ser más valientes y rendir mayores homenajes y vítores a quienes se lo jugaron todo por una idea, por ejemplo, de igualdad. Peter Norman fue uno de ellos. Un australiano que podría haber disfrutaba de su medalla de plata, sin más, pero que decidió ceder su momento de gloria a la causa por los derechos civiles de los afroamericanos en EEUU.
Lo pagó con la expulsión de la villa olímpica y el desprecio de su propio país, abiertamente racista hace medio siglo. Por fin, en Melbourne, ha llegado su reconocimiento. Tarde, pero ha llegado…
¿Prefieres una estatua al deportista más exitoso? ¿O al que renunció a todo por sus ideas?
photo credit: PresidenciaRD Danilo Medina asiste a entrega XXX Medalla de Honor al Mérito ADHA y recibe reconocimiento por aportes a la agropecuaria via photopin (license)
Publicar un comentario